Page 7 - Riesgos
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expansión de servicios de enseñanza por parte de las Instituciones de Educación
Superior, coadyuvando a la evolución de las políticas institucionales y nacionales.
Un aspecto no menos importante es que aporta beneficios económicos a los proveedores
de la educación, sin llegar a mercantilizar el rubro educativo.
Riesgos de la internacionalización de la educación superior.
Aunque las razones y los propósitos de la Internacionalización, en principio, son
nobles, y redundan en beneficio común, siempre existen riesgos o desafíos, los cuales se
deben tener presentes al momento de trazar las pautas a seguir.
En primer orden no es prudente apreciar la educación superior internacional como otro
rubro comercial, ya que es un producto con sus características propias. El comercio no
deberá sustituir los valores, ni desvirtuar la esencia del proyecto. Si esto ocurre, atenta
contra la calidad de la prestación, y no se puede obviar el objetivo primordial de la
enseñanza: el ofrecer un producto de calidad, con profesionales de todas las ramas y
sectores, capaces y capacitados, que entiendan la esencia de la internacionalización,
estén abiertos a los cambios y posean responsabilidad social.
Resulta otro riesgo asociar solamente la educación superior con las universidades de
prestigio internacional o de acuerdo con los rankings. Las instituciones de educación
superior deben constituirse en un grito a favor de la justicia social, y no beneficiar solo a
una élite clasista que pertenece a un grupo de países desarrollados.
La experiencia ha demostrado que se puede investigar, realizar estudios y aprender,
tanto en países desarrollados, como los que se encuentran en vías de desarrollo. En estos
últimos también existen excelentes profesionales y estudiantes con deseos de aprender e
investigar. Solo es cuestión de ofrecerles iguales oportunidades.
Si existe desigualdad en el acceso a estos programas, puede conllevar al incremento en
la fuga de cerebros, tanto de forma física como de forma virtual; así como a
homogeneizar la cultura, con la consecuente pérdida de identidad nacional; lo que
sucede como ya se ha referido, cuando se confunde la internacionalización de la
educación superior con la globalización de la educación superior.
Lo que redunda en oportunidades para un país, podría ser un riesgo para otro, por tal
razón se necesita trabajar por el beneficio común, creando los gobiernos políticas
propicias para todos en la enseñanza e investigación, y revisando las políticas ya
instrumentadas, tanto a nivel nacional como trasnacional, para llevar por un buen
camino la internacionalización de la educación superior. El proceso debe ser
concentrador e incluyente no ambiguo y excluyente.
Coincido con lo reflejado en el informe de la Sede Regional del Instituto Internacional
de Planeamiento de la Educación, Buenos Aires (2005)
El reto de la educación superior en este comienzo del siglo XXI, la
universidad tiene por delante una encrucijada: o decide romper con sus
propias fronteras o no servirá para seguir venciendo nuevas fronteras del
conocimiento, son siete fronteras que la universidad necesita romper: la
frontera social, la frontera geográfica, la frontera de campus, la frontera de las
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