Page 46 - Revista del Observatorio de la Internacionalización de la Educación SuperiorVol 3. 2019
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La formación por competencias en educación superior
                                                       velasco Forero, m. J.



             El enfoque de competencias en educación            aptitudes y actitudes que son considerados como
             superior                                           copredictores suficientes del desempeño laboral.
                                                                Análisis que, según Blas Aritio (2007), posibilitó
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               El término competencias  es un concepto pluri-   inferir distintas variables para el estudio de las
             significativo y en permanente evolución. Al mismo   competencias. De otro lado, algunos teóricos de la
             tiempo, “resulta ser un término confuso, ambiguo y   educación circunscriben y atribuyen el término de
             polisémico, sujeto a diversas interpretaciones y signi-  competencias a la aparición de algunos movimien-
             ficados, lo que dificulta enormemente su utilización   tos culturales y sociales florecidos en la sociedad
             en la docencia y en la evaluación” (Gómez, s. f., p. 1).   norteamericana  de las décadas de 1960 y 1970.
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             De igual manera, tal como expone Díaz Barriga:        No obstante, frente a la complejidad del tér-
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                  […] el concepto de competencia es polisémico.   San Pedro (2010) ponen en evidencia cómo en la
               En los discursos y reformas educativas actuales el   teoría el concepto de competencia se encuentra
               manejo del término es a veces indiscriminado, pues   matizado por los autores que han abordado el tema
               en muchas ocasiones no queda claro cuál es el refe-  como objeto de estudio y sus respectivas naciona-
               rente teórico-conceptual y los límites referenciales   lidades de origen. Así, entre las denominaciones
               desde donde se está planteando el sentido del tér-  halladas por García San Pedro, se pueden señalar:
               mino. (Diaz-Barriga, 2006, p. 12)
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               A pesar de su multiplicidad semántica , han sido    2006), “Generic Capabilities” (Bowden et al., 2000),
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             numerosos los estudios dedicados a dar cuenta del     “Graduate Attributes Movement” (Chanock, 2004),
             origen del concepto de competencia entre los cua-     “Graduate Skills” (Chanock, Clerehan y Moore,
             les vale la pena destacar los trabajos de Dalziel,    2004),  “Personal  Transferable  Skills”  (Drummond,
             Cubeiro y Fernández (1996); Levy-Leboyer (1997);      Nixon y  Wiltshire, 1998), “Graduate Capability
             Mertens (1997); Mitrani, Dalziel y Suárez de Puga     Development” (Kift, 2002). (2010, p. 40)
             (1992); Spencer Jr. y Spencer (1993); y Voorhees
             (2002). Investigaciones que abordan minuciosa-        De ahí que sus multiplicidades dan cuenta de
             mente la aparición del término de competencia en   un extenso y excesivo tratamiento, relacionado
             el campo de la educación llegan al consenso de     directamente  con  la  formación,  los  perfiles  pro-
             considerar que fue David McClelland (1973) quien   fesionales y laborales, el favorecimiento de la
             formalizó la enunciación del término competence    empleabilidad, el currículo, las prácticas docentes,
             desde el campo de la psicología, cuando en el año   los sistemas evaluativos, la psicología del trabajo ,
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             de 1973  sus trabajos en la Universidad de Harvard   entre otros rasgos distintivos de orden conceptual.
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             asumen una visión crítica frente a conocimientos,
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             3   Etimológicamente, los conceptos de competencia y competente   competencia es utilizado en los países anglosajones como Ingla-
                provienen del latín competentia y competens, entis, respectiva-  terra y Estados Unidos, así como en algunas naciones europeas
                mente.                                             tales como Francia y Alemania, con el propósito de seleccionar,
             4   Autores como Hoffman (1999), Wood y Payne (1998), Gimeno   capacitar y evaluar a los trabajadores, estableciéndose así una
                Sacristán y Pérez Gómez (2009), entre otros, plantean que “no   vinculación estrecha entre la capacitación o formación profesio-
                existe consenso respecto a su significación” y sus distintos usos, y   nal, de los sujetos y el mundo del trabajo (Mastache, 2009).
                ubican las competencias como un “fenómeno contradictorio con   7   Sobre esta concepción, para Díaz-Barriga (2011) desde la psico-
                consecuencias contradictorias” (Gimeno Sacristán et al., 2009, p.   logía del trabajo “se está incorporando esta noción para la educa-
                11).                                               ción en el mundo global”. En otro sentido “la mayor parte de la li-
             5   Algunos teóricos mantienen en discusión la aparición conceptual   teratura se dedica a temas relacionados con proponer estrategias
                del término competencia; para algunos sería la década de 1960,   para elaborar planes o programas de estudio, desatendiendo o
                para otros el concepto se introduce hacia 1950; incluso, existe   desconociendo la problemática conceptual que subyace en este
                quienes consideran que es hacia finales de 1920.   tema” (Díaz Barriga, 2006, p. 8).


                                           Revista Obies • Bogotá-Colombia • Vol. 3 de 2019 • pp. 44-63
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