Page 50 - Revista del Observatorio de la Internacionalización de la Educación SuperiorVol 3. 2019
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La formación por competencias en educación superior
velasco Forero, m. J.
graduar, de acuerdo con la complejidad intrín- alcance, ya que ser un profesional competente sig-
seca de la construcción del conocimiento, cada nifica asumir una visión más integral en el proceso
proceso de aprendizaje. Finalmente, el enfo- de búsqueda de un egresado capaz de dar respuesta
que pedagógico-didáctico reconoce el debate eficiente a la diversidad de problemas y exigencias
didáctico detrás de la historia de las compe- que el ejercicio de su profesión pueda plantearle.
tencias y asume preguntas orientadoras frente Consideran también el concepto de competencia
a la discusión de cómo organizar y gestionar el de naturaleza holística y compleja, en el que se
aprendizaje (Díaz-Barriga, 2011). toman en consideración los elementos relativos a
la tarea, a la excelencia profesional; además, se
De otro lado, Mertens (1997), citado por Zayas piensa en un entorno más complejo y global en
Agüero (2010), identifica la existencia de tres gran- el marco del cual se despliega la actividad pro-
des tendencias en el estudio de las competencias: fesional y en un conjunto de atributos personales
imprescindibles para el ser y hacer competente.
a. El análisis conductista: que no se refiere a la Para Rueda Serón y otros (1997), las competen-
corriente psicológica de esta misma denomina- cias son las capacidades para realizar funciones y
ción, sino al énfasis que se hace al papel de las situaciones de trabajo a los niveles requeridos en
características del individuo, es decir, parte del el empleo, incluyen la anticipación de problemas,
estudio de las personas que desempeñan bien la evaluación de las consecuencias del trabajo y
su trabajo. la facultad de participar activamente en la mejora
j. El enfoque funcional: que tiene un carácter evi- de la producción. Noción que se vincula al campo
dentemente pragmático y conductista desde el laboral al igual que las propuestas de Guerrero
punto de vista psicológico. (1999) y Agudelo (2002). El primero la entiende
k. El análisis constructivista: que señala el carácter como la capacidad de aplicar, en condiciones
emergente de las competencias al tener como operativas y conforme al nivel requerido, las des-
base el proceso de elaboración de las mismas trezas, conocimientos y actitudes adquiridas por la
por parte del investigador. formación y la experiencia profesional, al realizar
las actividades de una ocupación, incluidas las
Según Boon y Van der Klink (2002), la compe- posibles nuevas situaciones que puedan surgir en el
tencia es un concepto confuso y útil que llena el área profesional y ocupaciones afines. El segundo
vacío existente entre la educación y los requeri- concibe la competencia como la disposición de
mientos de trabajo, distinguiendo dos perspectivas: conocimientos, habilidades, aptitudes y actitudes
la geográfica y la psicológica. Para Tardif (2006), necesarios para desempeñarse eficazmente en
citado por Díaz-Barriga “existen al menos dos situaciones específicas de trabajo, que puede resol-
concepciones de competencias, una de corte con- ver, en forma autónoma y flexible, los problemas
ductual cercana a las propuestas de orden laboral que se le presenten en el ejercicio de sus funciones,
y otra de corte sistémico que se ha anclado en las y está capacitado para colaborar en su entorno pro-
perspectivas cognitivas” (2011, p. 115). fesional y en la organización de su trabajo.
Algunas nociones entrelazan la idea de lo En este recorrido es interesante ver cómo la sig-
práctico y vinculan la competencia directamente nificación del término puede denotar flexibilidad y
con el desempeño profesional, así, se encuentra extensión, en tanto un contexto más amplio que el
a Colunga Santos y otros (2009), quienes afirman laboral. Sin embargo, la mayoría de veces se extra-
que hay un concepto centrado en el perfil y rela- pola a ámbitos que terminan enmarcándose con la
cionado con la excelencia profesional, en el cual práctica profesional y laboral; es el caso de Irigoin
las competencias son comprendidas con un mayor y Vargas (2002), para quiénes la competencia es la
Revista Obies • Bogotá-Colombia • Vol. 3 de 2019 • pp. 44-63
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