Page 4 - El avasallador fenómeno de la internacionalización sobre la educación superior
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El avasallador fenómeno de la internacionalización sobre la educación superior
tipo— son mayores los indicadores para adjetivar una institución como inter-
nacionalizada. Contrario a lo que se ve someramente, la internacionalización
debe entenderse más allá de ser un valor agregado a las actuales prácticas ad-
ministrativas, curriculares o investigativas existentes, toda vez que deben pre-
valecer la responsabilidad y la capacidad de asumir el reto sobre una conciencia
de la internacionalización para la transformación de las instituciones hacia y
desde lo global; con sus actores abordo. Para ello, vale la pena diferenciar dos
elementos que frecuentemente se traslapan, y es prudente hacerlo precisa-
mente para contextualizar de mejor manera el asunto en cuestión. Por un lado,
la globalización (g) se entiende como “[…] el flujo de tecnología, economía,
conocimientos, personas, valores, ideas, etc, a través de las fronteras. Afecta a
cada país de manera diferente en virtud de la historia, las tradiciones, la cultura
y las prioridades de cada nación” (Knight y de Wit, 1997), donde se eviden-
cia cómo existe un nivel de afectación recíproca y con impactos en diversas
áreas con un último destinatario, el sujeto —entiéndase para nuestro contexto
el dicente—. Paralelamente, la (i) se convierte en los modos, metodologías,
estrategias y accionares frente a los fenómenos derivados de la globalización
desde una perspectiva atada a la esencia de las culturas y subculturas propias de
cada país, no obstante, cualquier práctica internacionalizante no debe perder la
mirada sobre lo que ocurre en el exterior para reaccionar en la interinidad de
las naciones, de las instituciones; por ende, ambos conceptos (i) y (g) cuasitras-
lapados se encuentran supeditados dinámicamente.
La conceptualización del asunto en cuestión con tantas perspectivas mundiales
no es una tarea fácil. La tendencia en la mayoría de escenarios donde conflu-
yen las instituciones para hablar de internacionalización se basa, en la mayoría
de los casos, en buscar las oportunidades de movilidad profesoral y estudiantil
—la cual ha ascendido muy significativamente en la última década — hacia
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países con un avance y desarrollo educativo importante (Estados Unidos, Ale-
mania y Francia en la mayoría de los casos) lo cual permite, eventualmente a
quienes participan de esta, tener un valor agregado para: el aprendizaje desde
otras perspectivas, el Good-will institucional, el aporte al bagaje cultural de sus
1 Según el secretario general del Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD), Ulrich Grothus, las cifras de
movilidad estudiantil se han incrementado en un 50% con alrededor de 3,5 millones de estudiantes que partici-
pan en actividades académicas fuera de su país de origen y la tendencia es ir en aumento.