Page 8 - El avasallador fenómeno de la internacionalización sobre la educación superior
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El avasallador fenómeno de la internacionalización sobre la educación superior
correspondiente a la realidad de las regiones que sea vinculante; el desafío: la
disparidad frente a los avances en materia de desarrollo educativo:
[...] en gran medida, la situación actual pone de manifiesto la incapacidad de los
poderes públicos para controlar el sistema financiero y para evitar los efectos in-
deseados del mercado. La situación que ahora vive el mundo reclama una mayor
intervención de los Estados y un cambio profundo de las políticas públicas. Hace
falta volver los ojos hacia la situación de la mayoría de los ciudadanos, en especial
de aquellos que viven en peores condiciones. Desde esta perspectiva, la educación
debería ser uno de los objetivos principales de la acción de los gobiernos, pues de
esta forma se fortalecería la capacidad de las personas y de los países para hacer
frente a la actual situación y a los futuros problemas que acontezcan (Marchesi,
2009).
Sin duda, el tema de la (i) siempre ha tenido una fuerte influencia de acuerdo
con las principales tendencias globales planteadas en gran medida por los mo-
delos europeos y norteamericanos, es decir, se ve la internacionalización como
una oportunidad mediática para la consecución de recursos, donde a pesar de
tener instituciones sin ánimo de lucro, el tema que es claro e incuestionable, se
deben conseguir mayores fuentes de financiación para la investigación tecnifica-
da y la sostenibilidad institucional en el largo plazo no dependiente del modelo
tradicional de recaudo por colegiaturas. El problema es, ¿qué pasará con la
eminente oferta de programas provenientes desde el exterior en su abanico de
posibilidades (en línea, semipresenciales y similares) en nuestro país?, ¿cómo
logramos retener la formación de nuestros nacionales?, ¿qué ofrecemos para
ser nacionalmente pertinentes al mismo tiempo que logramos ser globalmente
competitivos?, las respuestas inicialmente se encuentran en la formulación de
programas académicos que precisamente vinculen lo bueno de afuera con lo
que se requiere aquí adentro —educación transformadora y pertinente— y
re-conceptualizar lo que implica la movilidad académica de los estudiantes para
formarse en las diferentes modalidades y donde el sujeto no necesariamente
debe “trasladarse” a otro espacio físico para aprender desde el precepto inter-
nacionalizante; es decir una movilidad académica entendida como el escenario
para trasladar mentes, ideologías y saberes sin salir de casa.