Page 227 - Reflexiones para la política de internacionalización de educación superior en Colombia
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Capítulo 8    InternacIonalIzacIón de la InvestIgacIón en las InstItucIones de educacIón superIor en colombIa



               cionarían en algún lugar en el medio y las ciencias sociales podrían posicionarse
               más cerca de las humanidades.

                  El reconocimiento de este rango es importante al momento de evaluar la in-
               ternacionalización de la investigación a través de publicaciones. Esto permite re-
               conocer que una mayor cantidad de publicaciones en ciencias naturales y exactas,
               o de copublicaciones en esta área, no refleja necesariamente un mayor grado de
               internacionalización, sino que obedece a prácticas distintas de comunicación de
               la investigación. Dichas prácticas se caracterizan porque la producción científica
               no está centralizada en las revistas indexadas internacionalmente, y las revistas re-
               gionales y locales, y otro tipo de productos como los libros, las normas técnicas y
               los protocolos industriales, tienen un mayor peso. Las diferencias también hay que
               entenderlas en el marco de las distintas prácticas de generación y comunicación de
               conocimiento que caracterizan a las disciplinas científicas. Por ejemplo, la cantidad
               de publicaciones de una universidad que cuenta con una proporción significativa
               de programas en ciencias sociales o humanidades, debe ser interpretada en el con-
               texto de las prácticas de estos grupos disciplinarios.


               Las copublicaciones como indicador
               de colaboración


               Desde hace más de medio siglo se identificó un cambio paradigmático en la forma
               de hacer ciencia en el mundo. De una forma de hacer ciencia que obedecía a esfuer-
               zos aislados de los científicos, a partir de la segunda mitad del siglo XX se han incre-
               mentado los documentos producidos en coautoría, lo que significa una transición
               incremental hacia una heurística de la ciencia que se caracteriza por su naturaleza
               altamente colaborativa (Price, 1963; Beaver, 2001; Wagner & Leydesdorff, 2005).
               Después de esto, las prácticas colaborativas entre científicos han sido reconocidas
               como un insumo importante en la producción de conocimientos, en la difusión de
               conceptos, teorías y metodologías y como alternativa para el progreso científico de
               los países en desarrollo. La cooperación internacional es hoy día un componente
               intrínseco de la generación del conocimiento.

                  El concepto de colaboración científica ha sido entendido como un proceso
               que se basa en compartir conocimientos para obtener una meta común. Aunque
               se han buscado aproximaciones al fenómeno desde la sociología de la ciencia, las
               propuestas de medición y operacionalización cuantitativa han sido resultado de
               esfuerzos desde la bibliometría (Pyka & Scharnhorst, 2009). Además de las copu-
               blicaciones, se han propuesto otros tipos de indicadores para medir la colabora-
               ción entre científicos, como la coedición, la cosupervisión de tesis doctorales o de
               investigación, la formulación conjunta de propuestas de investigación, la coor-
               ganización de eventos científicos, entre otros (De Haan, 1997). Algunos estudios
               han estimado que aproximadamente la mitad de las colaboraciones científicas son



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