Page 55 - MAQUETA BASE DEL DISEÑO INTERIOR DE LA COLECCIÓN DE LIBROS DE LA DIRECCIÓN DE PUBLICACIONES UCSG
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II. CONSTRUYENDO CONEXIONES PARA LA INTERNACIONALIZACIÓN DEL CURRÍCULO  53

               él a través del lenguaje, ejecutando misceláneos procesos de aprendizaje;
               ámbito de estudio e investigación de las neurociencias. La posibilidad de co-
               municarse es la que confiere al ser humano y sus circuitos de redes biológicas
               el coexistir y conectarse con un mundo de redes sociales. Esa característica
               nos permite afirmar que las redes son estructuras comunicativas y auto-eco-
               organizadas.
                  Las redes biológicas existentes en los seres vivos poseen un patrón de
               organización característico de su estructura viviente, al que Maturana y
               Varela otorgaron la denominación de autopoiesis que es definida como la
               capacidad de los sistemas para producirse a sí mismos, o, la organización
               circular de lo vivo, su patrón en red. La autopoiesis otorga a los seres vivos
               la posibilidad de reproducirse y mantenerse a sí mismos y por ende de ser
               considerados como unidades autónomas. Se distinguen en los seres vivos di-
               ferentes dominios de su autopoiesis, desde el sistema molecular o de primer
               orden hasta una red neuronal como sistema autopoiético de orden superior
               al constituir un agregado celular, llegando al ser vivo en su totalidad. “El ser
               y hacer de una unidad son inseparables, y esto constituye su modo específico
               de organización” (Maturana y Varela, 2003, p.29).
                  “La autopoiesis, el [hacerse a sí mismo], es un patrón de red en el que la fun-
               ción de cada componente es participar en la producción o transformación de otros
               componentes de la red, de tal modo que ésta se hace a sí misma continuamente.
               Es producida por sus componentes y, a su vez, los produce” (Capra, 2009, p.175).
                  Los patrones de organización que poseen los seres vivos son propios a todo
               tipo de sistemas, realizándolos en muchos dominios diferentes, con clases dis-
               tintas de componentes, y por ende, dan origen a clases distintas de sistemas,
               entre ellos los sistemas educativos a los que hacemos referencia en este libro.
               Maturana recalca que al referirnos a un sistema social estamos haciendo una
               distinción en la que reconocemos una forma de relación entre los organismos
               vivos que lo componen y que englobamos dentro de dicho concepto. Por ser sus
               componentes seres vivos, ubica a los sistemas sociales como sistemas autopoié-
               ticos de orden superior ya que esa organización es circunstancial a la natura-
               leza constitutiva de sus componentes. “La autopoiesis en un sistema social se
               realiza a través de la realización de la autopoiesis de los seres vivientes que le
               dan origen” (Maturana y Varela, 1994, p.19, citado por Peña, M. V., 2018, p. 3).
                  Para Luhmann (2006) los sistemas vivos se basan en la vida, los sistemas
               psíquicos en la conciencia y los sistemas sociales, en la comunicación. Luh-
               mann sitúa a la recursividad de la autopoiesis en la sociedad en la capacidad
               reflexiva que ésta posee, “es decir, mediante la aplicación de la comunicación
               a la comunicación. Toda comunicación se expone a preguntas, a dudas, a la
               aceptación o al rechazo y anticipa todo esto” (p. 105).
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